La restitución de tierras y territorios es un derecho de las víctimas del conflicto armado y de las dinámicas conexas a la violencia política. Colombia así lo ratificó en la Ley 1448 de 2011 y en los Decretos Ley 4633, 4634 y 4635 del mismo año. Cinco años después el balance de la puesta en marcha de esta Ley no es del todo satisfactorio, ni en los números ni en las evaluaciones que las propias víctimas y la sociedad civil han planteado.

En este contexto, son varias las preguntas que hemos formulado para comprender en qué medida todo el diseño institucional del Estado y la conceptualización sociojurídica de la restitución logra dar cuenta de las afectaciones del conflicto en materia de despojo, abandono y vulneraciones al derecho fundamental al territorio. Teniendo como clave de lectura el análisis de la restitución en el conjunto de las asimetrías políticas, más allá de su retórica jurídica, más allá de las cifras. En otras palabras, el análisis de la restitución se hace a partir del trabajo localizado con organizaciones sociales reclamantes de tierras, para así poder respondernos algunas preguntas como: ¿cuáles son los obstáculos de la restitución de tierras? ¿cuál es la valoración local de las víctimas sobre la política de restitución? ¿qué percepción tienen los reclamantes individuales y colectivos? ¿son suficientes, amplios o restrictivos los conceptos de despojo y de daños territoriales? ¿cómo es entendida la naturaleza o los recursos naturales en los procesos de restitución?

Para ello, en el Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos (OTEC) empezando el año 2016, emprendimos un ejercicio de investigación, acompañamiento y monitoreo a la política de restitución en Montes de María, una región en la que ya tenemos varios años de trabajo con las organizaciones campesinas y étnicas. En esta oportunidad, en el marco del proyecto Cuando Tengamos la Tierra, Crecerá la Semilla: restitución de tierras y construcción de paz con comunidades étnicas y campesinas” , estamos trabajando de manera más específica en cinco casos: con las organizaciones campesinas Asocucal, Asocaafro y Asocristo de María la baja y San Juan Nepomuceno y con los consejos comunitarios Eladio Ariza y Santo Madero de San Jacinto.

Hoy, el trabajo de campo sistemático con las comunidades y en diálogo con la institucionalidad, nos muestra las dificultades de una política que promete mucho y cumple poco. Tal como lo afirmamos finalizando el año pasado, la restitución no avanza, sino que va para atrás . Tal como lo analiza el profesor Juan Guillermo Ferro en un artículo de este boletín, las dificultades se originan por varias razones, entre esas, las que tienen que ver con la naturaleza de los opositores manifiestos y los opositores potenciales, en particular, las organizaciones se refieren a los casos en donde las tierras reclamadas están ocupadas por proyectos agroindustriales de palma de aceite o de cultivos forestales.

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Imagen: archivo fotográfico del OTEC (2016), mesa multiactor.