Editorial: Presentación del Informe Reparación Colectiva de la ANUC
Por: Juan Felipe García, Catalina Rivera Cediel, Johana Herrera Arango, Juan Guillermo Ferro, Juliana Flórez Flórez
La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (en adelante ANUC) se constituyó formalmente el 2 de mayo de 1967 mediante el decreto 755 del ministerio de agricultura. Este decreto hacía parte de una campaña gubernamental de organización nacional de la población campesina en un contexto de impleme...
La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (en adelante ANUC) se constituyó formalmente el 2 de mayo de 1967 mediante el decreto 755 del ministerio de agricultura. Este decreto hacía parte de una campaña gubernamental de organización nacional de la población campesina en un contexto de implementación de la reforma agraria establecida por la Ley 135 de 1961. Al cierre del período presidencial de Carlos Lleras Restrepo, en agosto de 1970, la campaña gubernamental logró asociar a un millón de campesinos en un país cuyo censo nacional en 1964 estaba compuesto por 18’337.973 habitantes (DANE 1964), es decir, que los miembros afiliados a la ANUC constituían el 5,5% de la población colombiana, aproximadamente, sin incluir los familiares de dichos miembros.
En las décadas siguientes hay una disminución paulatina de sus miembros como resultado de la implementación de las prácticas de exterminio a las que fue sometida, llegando en algunos momentos de su historia a pensarse en su desaparición. En la configuración histórica de la ANUC es evidente la diversidad de la organización, dado la diversidad misma de la nación colombiana, y se identifica como elemento común, el proyecto político de reforma agraria y defensa de la vida campesina, expresado en su misión de “organizar, capacitar y representar a los campesinos de Colombia y actuar como su interlocutor válido, como órgano asesor y consultor ante el gobierno y la sociedad para gestionar, defender y reivindicar sus derechos económicos, políticos, sociales y culturales asegurando el total respeto y cumplimiento de las garantías que le otorgan la constitución y la ley” (ANUC 2014).
Para guiar al lector presentaremos los contenidos del informe:
En la primera parte de este documento se presentan los hechos que produjeron el daño colectivo a la ANUC. Los hechos son presentados en dos escalas (global – nacional). La exposición de esta doble escala hace posible comprender que la estrategia nacional de constitución de la ANUC (organización de la población campesina) era una de las piezas estructurales en la consolidación global del Estado-nación contemporáneo. La historia de la ANUC se presenta como el pacto permanentemente incumplido por parte del Estado de reconocer el lugar del campesino en el corazón de la vida nacional, en beneficio de otros actores sociales que han estimulado su marginalización por medio de tres olas de violencia que aún no terminan, y que constituyen un ataque sistemático contra la forma de vida campesina. En aras de la función pedagógica de este informe, se han resaltado siete macroeventos que definen la historia de la ANUC.
En la segunda parte se describen de manera detallada los daños que sufrió la ANUC, los cuales se acentuaron en la tercera ola de violencia referida:
En el primer capítulo de esta segunda parte se presenta El daño a la organización el cual es considerado como un proceso de 1) descampesinización del Estado o daño a la participación de la ANUC en la política pública sobre el campo en Colombia, 2) descampesinización de la sociedad, o daño a la libertad de asociación del movimiento social campesino, y 3) ruptura de las alianzas con los movimientos étnicos.
En el segundo capítulo se presentan Los daños al territorio y al paisaje campesinos los cuales son abordados en tres dimensiones i) el cambio en las relaciones con el territorio, ii) los cambios en los patrones de vida colectiva, y iii) el cambio en el medio ambiente.
En el tercero se exponen El daño económico el cual se desarrolla como una profunda afectación a los sistemas agroalimentarios que hacen posible la forma de vida campesina.
Finalmente, en el cuarto capítulo se presentan los daños psicosociales haciendo énfasis en la afectación a la identidad campesina, en el estigma de la pertenencia a la ANUC, y en el miedo de estar en el campo que dejó el proceso de victimización.
En la tercera y última parte, se describen los objetivos estratégicos que la ANUC considera debe perseguir el plan de reparaciones, junto con un cuadro que enuncia posibles medidas de reparaciones que tienen la potencialidad de dar cumplimiento a dichos objetivos. Este apartado concluye con la exposición de un conjunto de reflexiones preparadas por el equipo técnico de acompañamiento de la Universidad Javeriana pensadas para el proceso de implementación de las medidas de reparación. En ese sentido, se recomienda considerar dos epicentros desde los cuales podría cimentarse la reparación colectiva de la ANUC: el rol de la mujer campesina en los procesos de supervivencia y la recuperación de los ecosistemas en función de la forma de vida campesina.