Editorial: El nuevo ciclo del, ahora, Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos (Otec)
Por: OTEC
Desde hace cuatro años, el Observatorio de Territorios Étnicos de la Universidad Javeriana ha venido consolidándose como un proyecto de investigación y acción con comunidades negras en diversas regiones del país, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (Aecid).
...Desde hace cuatro años, el Observatorio de Territorios Étnicos de la Universidad Javeriana ha venido consolidándose como un proyecto de investigación y acción con comunidades negras en diversas regiones del país, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (Aecid).
Durante ese lapso, que podemos denominar un primer ciclo compuesto por tres fases consecutivas, hemos ido ampliando y profundizando nuestras inquietudes y lugares de trabajo en torno a los procesos de autonomía territorial, en zonas rurales sobre todo, sus dinámicas y desafíos, así como los retos que supone para un proyecto de investigación acompañar y asesorar tales procesos. Hoy estamos cerrando este primer ciclo de trabajo, que se soportaba en un gran proyecto de investigación el cual, además de analizar y comprender diversas situaciones nacionales, centró su trabajo en varias regiones del país mediante la asesoría social, jurídica, comunicativa, ambiental y cartográfica.
Fruto de la tercera fase de ese primer ciclo estamos compartiendo con ustedes varias publicaciones impresas, así como audiovisuales, que presentan resultados, exponen el análisis de diversos procesos y plantean reflexiones sobre esas experiencias. Se trata de los documentales ¿Y si dejáramos de cultivar? y Mapeo social: caminos que hacen territorios. Y de dos infografías que muestran información cuantitativa fruto de los censos de los Consejos Comunitario de Comunidades Negras Eladio Ariza (San Cristóbal) y Santo Madero (Paraíso), de San Jacinto, Bolívar. En cuanto a los impresos, tenemos la cartilla 8 de la serie Memoria y territorio, cuyo título es La esperanza la tenemos nosotros, y la reimpresión y actualización de la cartilla 1, de la misma serie, Derechos territoriales. Finalmente, presentamos dos libros de los que el Otec es coeditor: Etnización de la negridad: la invención de las ‘comunidades negras’ como grupo étnico en Colombia, del profesor Eduardo Restrepo; y La Toma. Historias de territorio, resistencia y autonomía en la cuenca del alto Cauca, un texto escrito colectivamente entre la comunidad de La Toma y un equipo de la Universidad del Cauca coordinado por el profesor Axel Rojas. Cada uno de estos productos está debidamente reseñado y será compartido en esta página web.
Al tiempo que cerramos un ciclo iniciamos uno nuevo, que está profundamente relacionado con el anterior pero que consideramos tendrá dinámicas diferentes, de las que precisamos dos. Primera, fruto del ciclo anterior decidimos ampliar el nombre del Observatorio, que incluye ahora a los campesinos, por lo que ahora somos el Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos. Esto ya que, a medida que nuestro trabajo como equipo avanzaba el espectro de grupos sociales con los que nos relacionamos se fue ampliando, y adquiriendo peso el de otro tipo de comunidades rurales de las existentes en el país, en este caso grupos de campesinos que habitan territorios en disputa por una u otra razón. Si bien su inclusión ya se había venido dando mediante el trabajo constante con comunidades campesinas, especialmente de las zonas de reserva campesina, nos pareció importante hacer explícita dicha ampliación formal, explicitación que enfatiza en esta parte tan amplia de nuestro trabajo. Como equipo, para nosotros es claro que las diversas clases de organizaciones que se pueden constituir, bien sea por región, etnia, género, edad o cualquier otra circunstancia, constituyen solo figuras relativas que tienen un sentido frente a otras organizaciones (ciudadanas o estatales, públicas o privadas), frente a las decisiones que deben tomarse en relación con los conflictos y las propuestas para encararlos y superarlos, y a los recursos con que se cuenta para tales fines. Ese nosotros se construye a partir de uno o varios de esos referentes pero no debe constituirse en una red que atrape o inmovilice procesos, relaciones, alianzas y dinámicas de sociabilidad que se van cruzando continua y cotidianamente.
Centrar la atención, como lo hicimos en el primer ciclo, en los procesos que viven diversas poblaciones negras, es y sigue siendo necesario, como lo es trabajar en las realidades y demandas de comunidades campesinas en las zonas de reserva campesina existentes en el país. En los procesos de sociabilidad, y especialmente durante los procesos de la construcción de la autonomía territorial, las diferencias cuentan, pero también los aspectos comunes, sean de índole económica, social, cultural, ambiental o política. En tanto mujeres, hombres, negros, indígenas, campesinos, pobladores de una región, niños, jóvenes o viejos, nos vamos a sentir parte de diferentes colectivos, dado que todos estos referentes nos dicen algo, en la medida en que los vivimos y compartimos mediante la vida cotidiana, las relaciones sociales y la praxis.
El segundo cambio sustancial se deriva de las fuentes y formas de financiación: aun cuando el Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos seguirá funcionando con proyectos de investigación, ellos estarán sustentados por distintas fuentes, articuladas, claro, a un propósito común, pero que dada esta lógica un tanto incierta tendrán tiempos diferentes. De todos modos, la intención es seguir siendo coherentes frente a los propósitos generales relacionados con la autonomía territorial y social y sus diversas manifestaciones. En ese sentido, consideramos que la página web tendrá un papel fundamental como punto de encuentro del equipo del proyecto. Pero sobre todo, nos interesa que se consolide como medio de relación entre comunidades, profesores, investigadores, estudiantes e instituciones, tanto del Departamento de Desarrollo Rural y Regional y de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, como de la Universidad Javeriana y de universidades nacionales y extranjeras, así como de organizaciones de la sociedad civil, estatales y privadas, lo mismo que otro tipo de actores y entidades a las que, conviene precisar, nunca hemos estado cerrados.
Seguiremos entonces actualizando la página web cada cuarenta y cinco días, como ha sido habitual, contando explícitamente con una red más amplia que hemos ido fortaleciendo y que será un gran soporte para la página como espacio de comunicación, debate e información. Esperamos en especial las contribuciones de la Red de investigadores e investigaciones en zonas de reserva campesina y autonomías territoriales, creada en 2012 por iniciativa del Otec y la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc).
En este nuevo ciclo contamos con la financiación de Acdi/Voca (Agricultural Cooperative Development International and Volunteers in Overseas Cooperative Assistance) para el proyecto Problemáticas y aprendizajes alrededor de la titulación, ordenamiento y manejo de los territorios colectivos en el Caribe y los valles interandinos del Cauca, centrado en analizar los procesos de elaboración y gestión de la titulación colectiva, el ordenamiento territorial y el manejo ambiental de las tierras tradicionales que ocupan los afrodescendientes, en el marco de los procesos de fortalecimiento de los consejos comunitarios y las organizaciones sociales del área rural de Cartagena y del norte del Cauca.
Este nuevo proyecto representa la ampliación de los debates en torno a los derechos territoriales de la gente negra en regiones que el estado ha considerado baldíos reservados o inadjudicables. En Cartagena existen más de veinte consejos comunitarios que se proponen reclamar la titulación colectiva de regiones insulares y de bajamar que han sido su hábitat tradicional. En su mayoría son consejos comunitarios de pescadores, por lo que la noción de territorialidad está anclada no solo en la superficie continental sino también en porciones de tierras isleñas. Recoger lo que otros acompañantes han hecho será todo un reto; también lo será trabajar con las diferentes comunidades y enlazarlas, así como contribuir a sus procesos y los de las autoridades de los consejos comunitarios del Caribe.
Continuaremos igualmente afianzado nuestra relación de trabajo con el proyecto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Valledupar, instancia con la que hemos llevado a cabo acompañamiento técnico, formación y asesoría a siete de los consejos comunitarios del río Cesar, en jurisdicción de esa ciudad. En lo que resta de 2013, al menos cinco de esos consejos comunitarios esperan presentar sus solicitudes de titulación colectiva sobre las sabanas y playones comunales que han estado habitando y poblando desde hace más de doscientos cincuenta años y que están siendo invadidos, cada vez más, por empresas palmicultoras.
El Observatorio y las comunidades con las que trabajamos continúan sus caminos, y con ellos los aprendizajes, las enseñanzas y los nuevos retos.