Este pasado 26 de septiembre de 2016, los colombianos presenciamos un hecho político de trascendental importancia histórica con la firma del acuerdo final entre las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos. El acuerdo pone fin al enfrentamiento armado contra el Estado, que el grupo insurgente inicio desde el año de 1964.
Ese acuerdo debe ser ratificado el próximo 2 de octubre, participando en el plebiscito convocado por las partes, depositando el voto en las urnas a favor o en contra.
El Grupo de Investigación “Conflicto, región y sociedades rurales” de la Pontificia Universidad Javeriana, se suma a la campaña del SI y a todo el júbilo que embarga a esa explosiva ola ciudadana que s e ha desatado en los días recientes, motivada además, por los hechos que presenciamos en la ciudad de Cartagena y por las inéditas movilizaciones ciudadanas en la mayor parte de las ciudades capitales del país.
Desde este espacio hemos querido dedicar el presente boletín a la expresión de las más variadas opiniones y las distintas formas de percibir las razones por las cuales nuestros integrantes están promoviendo el voto por el SI, como la posición más sensata y razonable que le conviene al país y a la mayoría de las gentes del campo, de las víctimas de la violencia y a quienes creemos firmemente que con el apoyo a los acuerdos, Colombia crea unas inmejorables condiciones de posibilidad para iniciar el largo, tortuoso y conflictivo proceso de construir una paz estable y duradera.
El boletín contiene además, consultas hechas en campo, a algunas comunidades del Norte del Cauca y del Municipio de Chimichagua en el Departamento del Cesar a quienes acompañamos y que han sido gravemente afectadas por el conflicto y la confrontación entre los actores armados.
Por lo tanto y ante la cercanía del 2 de octubre, compartimos con todos nuestros lectores las reflexiones y opiniones que hemos hecho y la voz de esas dos comunidades, con el claro propósito de ampliar los argumentos que alcanzamos a elaborar para que participen y promuevan entre sus familiares, amigos y conocidos el apoyo y la positiva refrendación a esos acuerdos, aunque tengamos aún reservas o incertidumbres sobre su implementación, que sin duda, será un largo y duro proceso en el cual le toca a la sociedad colombiana, las organizaciones sociales, los movimientos cívicos y políticos luchar porque se cumplan.
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Imagen: laradiodelsur.com.ve