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Una mirada a las juventudes rurales: ¿Qué muestran las cifras?

Autor: Olga Elena Jaramillo Gómez y Flor Edilma Osorio Pérez || Publicado en Octubre 13 de 2015

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Región:Nacional |

Los datos que incluimos aquí provienen de fuentes distintas, carecen de un horizonte temporal similar y no corresponden exactamente con el rango etario entre 14 y 28 años, con el que la Ley define quiénes son los jóvenes en Colombia.

Esta situación da cuenta de una gran ausencia de estudios que aborden las realidades de los y las jóvenes rurales de manera integral, periódica y tengan una cobertura nacional. También pone en evidencia el poco desarrollo del enfoque generacional dentro de las aproximaciones sectoriales que se realizan en el país. Pese a esta situación, recogemos aquí algunos datos que dan cuenta de la situación de las juventudes rurales, los cuales son bastante dicientes frente a todo lo que falta por hacer para garantizar un lugar digno para ellos y ellas dentro de la sociedad. Además constituye una oportunidad para ampliar la invitación a la investigación y compromiso con el presente de las nuevas generaciones que habitan el campo en Colombia, pues ahí radican muchas claves acerca del futuro y sostenibilidad de estas sociedades en su conjunto.

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Población

 

 

Los jóvenes rurales considerados en el rango de 15 a 29 años[1] son 2.916.685 y representan el 26% del total de la población rural Colombiana (DANE, 2005) según el criterio que define las áreas rurales como aquellas caracterizadas por la dispersión de las viviendas y la falta de conexión a las redes de servicios públicos.

 

Lecturas que no están basadas únicamente en el tamaño de la aglomeración han mostrado que el 75.5% de los municipios del país son predominantemente rurales, allí se asienta el 31,6% de la población y ocupan el 94,4% del territorio nacional (PNUD, 2011)[2]; lo que advierte otra dimensión sobre lo rural en Colombia y por lo tanto da cuenta de aquello que representan los y las jóvenes, como las nuevas generaciones que habitan el campo.

 


[1] Las clasificaciones demográficas agrupan la población entre 15 y 29 años. No obstante, el Estatuto de Ciudadanía Juvenil (Ley 1622 de 2013) define en su artículo 5 al joven como “toda persona entre 14 y 28 años cumplidos en proceso de consolidación de su autonomía intelectual, física, moral, económica, social y cultural que hace parte de una comunidad política y en ese sentido ejerce su ciudadanía”

[2] PNUD (2011). Colombia Rural Razones para la Esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano. Bogotá: INDH PNUD.

 

 

 

Educación

 

Cobertura

Si bien la cobertura en las zonas rurales ha aumentado, los resultados del Censo Nacional Agropecuario muestran que el 72,6% de los jóvenes entre 17 y 24 años no tienen acceso a la educación (CNA, 2015)[1]

 

Permanencia

De cada 100 estudiantes que ingresan al sistema educativo en la zona rural, 48 culminan la educación media, mientras que en las áreas urbanas lo hacen 82 estudiantes (MEN, 2013 en Delgado, 2014)[2]

 

Calidad

El desempeño de los estudiantes de las zonas rurales en las pruebas SABER es más bajo que el de sus pares urbanos. En áreas como lenguaje, matemática y ciencias naturales las diferencias en el promedio de los resultados de las pruebas SABER 5 fueron de 28, 25 y 19%. En las pruebas SABER 9 son mayores, 32, 29 y 28% respectivamente. En las SABER 11 disminuyen, son de 2% en lenguaje y 4% en matemáticas. (Barrera-Osorio, Maldonado y Rodríguez, 2012:9)[3]

 


[1] Recuperado de https://www.3ercensonacionalagropecuario.gov.co/

[2] Delgado, Martha (2014). La educación básica y media en Colombia: Retos en equidad y calidad. Bogotá: Fedesarrollo.

[3] Barrera-Osorio, Felipe; Maldonado, Darío; Rodríguez, Catherine (2012) “Calidad de la Educación Básica y Media en Colombia: Diagnóstico y Propuestas” En: Serie Documentos CEDE 41. Universidad de los Andes

 

 

Salud

 

 

-Los niños y los jóvenes son los menos afiliados al Sistema de Seguridad Social en Salud y los niveles de cobertura son menores en las zonas rurales. La brecha en la afiliación y acceso a los servicios de salud entre zonas urbanas y rurales se mantiene, por ejemplo mientras que la afiliación al régimen contributivo en las zonas urbanas alcanza el 48.6%, en las zonas rurales es de 15.8%

 

Mujeres jóvenes

-En el campo el 27.3% de las mujeres entre 15 y 29 años en estado de embarazo no habían tenido control prenatal, en las zonas urbanas la proporción fue de 16%

- el 70% de las mujeres menores de 25 años que habitan las zonas rurales han participado en actividades de educación sexual. En las zonas urbanas el porcentaje es de 83%

-El 62.6% de las mujeres menores de 25 años que habitan las zonas rurales consideró que la educación sexual que recibió no fue suficiente, en las zonas urbanas el porcentaje se estimó en 56.2%

(ENDS, 2010)[1]

 


[1] PROFAMILIA; Ministerio de la Protección Social (2010). Encuesta Nacional de Demografía y Salud.

 

Empleo

 

Para marzo de 2014 se estimó que en las cabeceras (zonas urbanas), el desempleo juvenil sigue siendo mayor que en la zona rural, ubicándose en 17,4% y 14% respectivamente (Boletín de mercado laboral juvenil, DANE, 2014)[1]

 


[1] Recuperado de https://www.colombiajoven.gov.co/noticias/2014/Paginas/140711_desempleo-juvenil-marzo-mayo-2014-colombia.aspx

 

Pobreza

El reciente Censo Nacional Agropecuario[1] en cuanto a la situación de pobreza de la población residente en el área rural dispersa censada, muestra que el 45,5 % se encontraba en condición de pobreza según el IPM (ajustado). Las condiciones que viven los y las jóvenes rurales no son distintas a las que enfrentan sus familias, al contrario, las inequidades se distribuyen intergeneracionalmente y con frecuencia los jóvenes, niños y viejos resultan mucho más vulnerables.

 


[1] Recuperado de https://www.3ercensonacionalagropecuario.gov.co/

 

Impactos de la guerra

Los jóvenes en la composición de la población desplazada

El desplazamiento forzado es el principal daño de la guerra en Colombia en términos de la cantidad de población afectada y la dimensión de sus impactos. Los jóvenes constituyen más de la tercera parte de la población desplazada.

 

Al momento del desplazamiento, la proporción de población menor de 15 años era de 39% y superaba la del país calculada en 28%, ahora se reconoce el rejuvenecimiento en la composición de la población desplazada con una importante participación de personas entre 10 y 24 años (UARIV, 2013)[1]

 

Reclutamiento forzado

Es una práctica que los grupos armados despliegan de manera preferente hacia niños y jóvenes, ocupando Colombia el cuarto lugar en el mundo después de Congo, Ruanda y Myanmar (Tatis, 2012)[2]. Se calcula que durante el año 2010 fueron reclutados 3557 menores de edad (CODHES, 2011)[3]. Se estima que “no menos de 18.000 niños, niñas y adolescentes forman parte de grupos armados ilegales y organizaciones criminales” (Springer, 2012, p.4)[4]. Características como el ímpetu, la curiosidad, la disposición al riesgo y la posibilidad de formar a los nuevos integrantes en las lógicas de la guerra contribuyen al desarrollo de esta práctica (Ruiz, 2002)[5].

 


[1] Unidad para la Atención Integral y Reparación a las Víctimas, UARIV, (2013) Informe Nacional de Desplazamiento Forzado en Colombia 1985 a 2012

[2] Tatis, J (2012). Tres notas y algunas conjeturas sobre jóvenes, violencias y criminalidad. En: ¿víctimas o victimarios? Reflexiones sobre jóvenes, violencias y paz. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.

[3] CODHES. (2011). Boletín informativo de la consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento Nº 77.

[4] Springer, Natalia (2012) Como corderos entre lobos. Del uso y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes en el marco del conflicto armado y la criminalidad en Colombia. Bogotá: Springer Consulting SAS. Recuperado de https://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informe_comoCorderosEntreLobos.pdf.

[5] Ruiz, Sandra. (2002). Impactos psicosociales de la participación de niños y jóvenes en el conflicto armado. En: Bello, M; Ceballos, S. (Edits). Conflicto armado, niñez y juventud. Una perspectiva psicosocial. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Fundación Dos Mundos. Ediciones Antrophos.