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Los territorios de comunidades indígenas, negras y campesinas presentan actualmente muchos problemas de reconocimiento de derechos por parte del Estado. Además, por este escenario de inseguridad en la tenencia de la tierra y por la riqueza de recursos naturales, existen múltiples intereses que amenazan la estabilidad socioambiental de estos territorios. Este fenómeno no es nuevo y los estudios sobre conflictos de la tierra en muchos casos se remontan a la época colonial. Aunque en algunos momentos el Estado colombiano ha intentado realizar reformas frente al asunto de la tierra, actualmente persisten estos problemas en diversas regiones del país.

A esta crisis se debe sumar la liberalización de la economía posterior a los años noventa, que aumentó la demanda de materias primas y bienes de consumo y, por consiguiente, la explotación de estos en países como Colombia. Esta nueva presión que se ejerce por la necesidad de producción de commodities genera fuertes desequilibrios ambientales y sociales en las zonas donde se producen y facilita la formación de conflictos.

Estos problemas son complejos y tienen múltiples dimensiones que dificultan una solución generalizada. Los Estados, las agencias multilaterales, las corporaciones y otros actores como las oenegé son por lo general incapaces de solucionarlos. Sin embargo, existen muchos ejemplos de resolución de conflictos por la tierra y ambientales con las comunidades como eje central y actores principales de la acción. Es necesario plantear soluciones desarrolladas por las propias comunidades sobre mapeo y reconocimiento territorial con nuevas tecnologías que actualmente son accesibles.

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