Región:Caribe |
Brindamos el servicio de agua, basada en la defensa de la gestión pública y comunitaria del agua bajo el precepto de que el agua no es una mercancía. Afirmamos que el agua no es una mercancía, que el agua es un bien común no solamente de la humanidad, sino de todos los seres vivos y por eso nos oponemos a todas las formas de privatización y mercantilización.
Declaración III Encuentro nacional de acueductos comunitarios. Cartagena, 2011
En diferentes rincones de Colombia la necesidad de acceder al agua potable en condiciones óptimas para el consumo, así como el interés por proteger este bien público, han llevado a organizaciones y comunidades rurales y urbanas a adelantar experiencias de gestión colectiva del agua. Surgieron así, entonces, los acueductos comunitarios.
“Esta propuesta de acueductos comunitarios es muy importante, porque es una alternativa a la solución de la problemática del agua y el saneamiento básico en las zonas rurales y parte del casco urbano. Las comunidades los administramos directamente, y las tarifas son a bajo costo comparadas con los precios que imponen las grandes empresas operadoras de este servicio”, afirma Mirilis Zúñiga, representante de la Red de acueductos comunitarios del norte de Bolívar, que desde 2006 vienen trabajando en esta región por la defensa del agua como un derecho fundamental.
Esta Red integra diez acueductos comunitarios de igual número de veredas/corregimientos en los municipios de Arjona, Mahates y San Juan Nepomuceno en el departamento de Bolívar. En esta zona de la región Caribe, a tan solo una hora de Cartagena, las comunidades han desarrollado sus propios sistemas de abastecimiento de agua, individuales o colectivos, que van desde la excavación de pozos y jagüeyes, la construcción de aljibes y cisternas, hasta el hecho de tener que esperar que llueva para almacenarla. Situación que contrasta con la riqueza de fuentes hídricas de la región, donde hay represas, aguas subterráneas, ciénagas, arroyos, el canal del Dique y un distrito de riego de 11.873 hectáreas en la zona del municipio de María la Baja.
La precariedad del servicio del agua y la riqueza hídrica de la región, sumada al fuerte trabajo comunitario y organizativo de sus pobladores, ha dado lugar a la construcción de los acueductos comunitarios como una estrategia participativa para garantizar que estas comunidades puedan satisfacer esta necesidad vital. Mediante la modalidad de pozos profundos, tanques elevados, plantas potabilizadoras y distribución directa, estos acueductos comunitarios logran que más de veintiocho mil personas de las veredas y corregimientos de Gambote, Sincerín, Cruz del Vizo, Pava, Malagana, San Basilio de Palenque, San Joaquín, Mandinga y San Cayetano accedan al servicio de agua con un promedio de seis horas diarias, con costos que oscilan entre $4.000 y $18.000 mensuales.
Mirilis, presidenta de la Red, resalta el carácter solidario de esta organización y considera que el ser los usuarios quienes administran directamente este servicio público permite abaratar el servicio y reinvertir los recursos no solo en el mantenimiento de los sistemas, sino en el bienestar de las comunidades, con campañas de sensibilización sobre el consumo adecuado y racional del agua y la importancia de proteger y conservar las fuentes hídricas de la región.
Estos diez acueductos comunitarios llevan seis años organizados en red, lo que les ha posibilitado trabajar conjuntamente diferentes propuestas y proyectos encaminados a optimizar los acueductos, acceder a subsidios y defender políticamente el derecho al acceso y protección del agua.
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