Es imposible no darse cuenta del deterioro de la selva chocoana; desde el avión, antes de aterrizar en el aeropuerto de Quibdó, se pueden observar grandes extensiones de selva devastada y dragas ilegales que destruyen la tierra buscando desentrañar el oro de forma ilegal. Al negocio entran ahora multinacionales como la Anglo Gold Ashanti que lo hará a gran escala y de manera legal. Pero más allá del problema ambiental, hay una tragedia que no se ve desde los aviones y es la del desplazamiento forzado de las comunidades ubicadas en la región del Alto Atrato, departamento del Chocó; según el último censo para el Plan de Etnodesarrollo del 2009, la población había disminuido de 30.000 habitantes a 12.000 en los últimos años, y los que permanecen resisten sin tener las garantías de ser dueños legítimos y legales del territorio.

Cocomopoca es un ente étnico territorial que en el marco de la ley 70 de 1993 y su decreto reglamentario 1745 de 1995, ha venido solicitando desde diciembre de 1999 se les conceda el Título Colectivo sobre 172.000 hectáreas de tierras ancestrales, en las cuales habitan más de 12.000 afrodescendientes haciendo sus prácticas tradicionales; pero hasta la fecha el Estado colombiano solo ha desconocido su derecho fundamental al territorio, y les ha negado el Título.

De acuerdo a los objetivos de la segunda fase, el Observatorio ha empezado a explorar su ingreso a los valles interandinos, y en concreto a la zona del norte del Cauca. Para esto el OTE ha hecho alianza con la Universidad del Cauca en cabeza de Alejandro Rojas sociólogo y profesor del Departamento de Estudios Interculturales de dicha Universidad. La estrategia de acercamiento comenzó con una visita a la región la cual tuvo cuatro componentes principales: a. Entrevistas a funcionarios de entidades oficiales relacionados con la temática étnico-territorial (Incoder, Procuraduría, Defensoría, CRC, Personería Suárez) b. Conversaciones con profesores y directiva de la Universidad del Cauca c. Diálogo con líderes de un Concejo Comunitario de Buenos Aires y visita a ese municipio y al de Suárez. d. Reunión con autoridades de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -ACIN-

Gingarabá y Guarato, son nombres que tienen sentido para muy pocos colombianos. Estos nombres tan sonoros, que seguramente recogen alguna historia africana, corresponden a tres comunidades del territorio colectivo del Alto San Juan, en el departamento del Chocó, cuyo consejo comunitario se denomina abreviadamente ASOCASAN.

La falta de información relacionada con grupos étnicos, sus derechos y demandas territoriales, ha hecho de la compilación, producción y análisis de información sobre la situación de las comunidades étnicas, un principio de trabajo. Entre los diversos instrumentos que usa el Observatorio está la divulgación y el análisis de la cartografía institucional, que en muchas regiones ha hecho posible la demarcación de territorios étnicos, y en otras, continúa invisibilizando los lugares tradicionales de indígenas, negros y campesinos. Los mapas del Estado y las empresas privadas, son de gran utilidad como fuente de información, análisis y debata en torno a los derechos territoriales.